🔘 Quizás puedas pensar que tú no eres capaz de hacer estos cambios y que tu situación es diferente o más complicada. Pues me gustaría decirte que todos los testimonios que verás más abajo son de madres y mujeres, como tú y como yo, que han hecho trasformaciones extraordinarias. No tienen nada que tú no tengas, ni han hecho nada que tú no puedas hacer. Por supuesto que requiere de un compromiso contigo misma, pero si estás aquí es porque ya lo tienes. Date esta maravillosa oportunidad y déjame felicitarte, darte las GRACIAS desde lo más profundo de mi corazón por el camino que ya has recorrido.
Aceptar y nombrar nuestra verdad nos libera y nos sana. El día que yo me atreví a empezar a contar mi verdad, a dejar de esconderme, a dejar de mentir y cambiar o tergiversar los hechos, a dejar de justificar y defender a mi madre, a dejar de negar y minimizar los efectos en mi persona, y sobre todo, a dejar de culparme por todo lo que mi madre me hizo y pensaba que yo merecía… ese día empecé a sanarme y a liberarme. Ese día nací de nuevo, ese día decidí dedicar el resto de mi vida a servir a los demás y ayudar a otras madres.
Tú también puedes hacer lo mismo si te lo propones. Ayudar, acompañar e inspirar a otras mujeres (especialmente madres) que vienen de infancias de mucha soledad, desamparo, desespero, caos, abusos, prostitución, alcoholismo, violencia, adicciones es mi aportación para dejar un mundo mejor para nuestros hijos.
Deseo inspirarte, ayudarte, aportarte la luz que necesitas para mostrarte el camino para empoderarte y transformar tu vida. Todas tenemos esa capacidad, simplemente necesitamos que alguien nos ayude, nos acompañe, nos guíe, nos muestre el camino y nos haga de testigo. Si crees que ahora es tu momento y yo la persona que deseas que te acompañe, estaré encantada de recorrer este espectacular camino junto a ti. Ya no estás sola.